La razón del fracaso de la ÑBA

Acabó el verano y lo hizo junto con el Mundobasket de Turquía. La Selección española llamada ÑBA desde su gran triumfo en el Mundial de Japón, se presentaba como la defensora del título con muchas esperanzas puestas en, sino reeditarlo, por lo menos llegar a la final.

Sin embargo, la fase de grupos ya hizo denotar la falta de ritmo de algunos jugadores y sobretodo una falta absoluta de equilibrio entre los interiores y los exteriores del equipo. Aún así, se consiguió pasar a la siguiente fase por el lado "asequible" del cuadro.

Ante Grecia, se supo compensar las carencias del equipo con un gran Fran Vázquez desde el banco, junto con la excelente actuación del capitán Juan Carlos Navarro.

Sin embargo, frente a Serbia sí pudimos observar el nivel de la Selección que Sergio Scariolo se llevó para este evento. Un equipo sin alma, plagado de individualidades y sin ayudas en defensa. Los Serbios fueron claros merecedores de la victoria en un partido en el que fueron siempre por delante en el electrónico y que sólo al final del encuentro por la casta y el orgullo de algunos jugadores españoles se puso más igualado.

Tras la decepcionante acutación de la ÑBA, perdiendo incluso el partido por el 5º puesto frente Argentina, son muchas las críticas que se han hecho respecto a los jugadores seleccionados y los esquemas de juego del técnico español.

A nadie se le pasó por alto que el juego interior, sobretodo en la posición de 4 no estuvo a la altura en toda la competición. Garbajosa fue incapaz de cerrar el rebote en defensa y ayudar en la pintura a Marc Gasol y Fran Vázquez en labores defensivas. También fue muy criticada la dupla de perímetro formada por Navarro y Rudy Fernández, puesto que muchos entienden (no sin razón) que ambos jugadores son claramente escoltas anotadores y que por lo tanto la posición de 3 quedaba muy descubierta en defensa y en la ayuda en el rebote, al faltar muchos centímetros. Tampoco faltaron las críticas al puesto de "playmaker", donde ni Ricky Rubio ni Raúl López estuvieron a la altura de las expectativas, con poca fluidez en el movimiento de balón y una cantidad demasiado eleveada de pérdidas, además de una escasa aportación anotadora.

Sin embargo, y siendo la mayoría de estas críticas ciertas en el contenido, dichos fallos no pueden ser achacados al técnico o a los jugadores. La verdadera razón de que la Selección perdiera su seña de identidad fue única y exclusivamente la ausencia de su referente Pau Gasol en sus filas.

El jugador catalán, no sólo es sin lugar a dudas el mejor jugador español, además es la pieza central del juego desarrollado por el conjunto español durante todos estos años. Su presencia en la pintura es la que da el equilibrio dentro-fuera al equipo, bastándose él sólo para cerrar el rebote defensivo y acaparando jugada tras jugada 2 contra 1 de los rivales en ataque, provocando así una mejor circulación de balón y por ende un aumento en las prestaciones de todos sus compañeros. Él es el uníco jugador capaz de promediar en cualquier evento un 20-10 cada partido y echarse el equipo a las espaldas cuando los demás no funcionan.

Además, él es un lider nato fuera y dentro de la cancha, siendo clave su sola presencia en el banco para que la confianza de los demás jugadores no se vea mermada en ningún momento del partido.

Si algo aprendimos en el Europeo del verano pasado, es que un sólo jugador es capaz de hacer que su equipo gane un torneo, y por lo tanto, su ausencia este verano ha sido la clave del declive en juego y resultado de la ÑBA.

Con la ausencia de Pau, perdimos el alma de este equipo, y un equipo sin alma no puede lograr nunca la gloria.